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miércoles, 18 de enero de 2012

Qué más da lo que sienta



Puede que ya no haya marcha atrás, aunque nunca se sabe, pero tengo recuerdos. Recuerdo cómo y cuándo nos conocimos, pero también recuerdo cómo y cuándo tuvo lugar el fin de nuestro cuento. Recuerdo dónde nos dimos nuestro primer beso, en aquella para de bus al lado de mi casa.  Recuerdo cuánto duro la primera despedida, exactamente 23 minutos. Recuerdo cada pequeño detalle de todo lo que fuimos, por mucho que no lo creas, recuerdo muy bien lo que me importa. Pero de la noche a la mañana, aquella persona a la que amaba, la que el contaba todos mis problemas, mis sueños estúpidos, mis tonterías, mis planes de futuro con él, mis miedos y hasta mi propio yo; aquella persona con la que descubrí que era el verdadero amor me dijo que esto se acababa, que quería acabar con esto. Recuerdo todo tan bien… No sé cuantas veces me decía a mí misma “¡Vamos!¡Entiéndelo! ¿Acaso no te das cuenta de que esto ha terminado ya? ¡Deja de recordar el pasado y bórralo ya!” Pero aun así, duele borrar los recuerdos que te hicieron feliz.  A día de hoy sigo recordando su cara, su pelo, sus ojos, su tono de voz, porque estar a su lado es lo mejor que hice en mi vida. Ni yo misma me entiendo, después de todo el tiempo que ha pasado y te sigo recordando.  Volvemos a hablarnos, volvemos a ser amigos, y me da miedo volver a sentir algo por él, pero creo que ya he empezado a sentir, al menos eso voy sintiendo. Ahora entiendo por qué fue él quien me marcó, por qué con él fue por primera vez. Ahora simplemente me repito “El dolor que sufriste ayer, es la fuerza que sientes hoy” 

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