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jueves, 24 de octubre de 2013

Carolina

“Es un simple bache”, dicen. Pero y si se te pinchan las ruedas, ¿cómo sales de él? Algunos dirán “no sales”, otros dirán “empujando” Si, empujando… Puedes hacerlo una  vez, y otra, y otra…y quizás otra más. Pero llega un momento en el que ya no puedes, te cansas, te sientes frágil, débil, inútil, vacía… Sientes que no eres capaz de superar ese obstáculo. Lo intentas y fallas. Lo vuelves a intentar y vuelves a fallar. Caída tras caída. Somos como un jarrón, parecemos fuertes, pero no lo somos. El jarrón se cae, se rompe y somos capaces de arreglarlo. ¿Pero quién tiene en cuenta sus grietas? Ah… tú te caes, te levantas, y por mucho que te “arregles”, al igual que el jarrón, siempre quedarán esas grietas. Grietas que, al volver a caer, se hacen más y más grandes, y llega un momento en el que esas grietas  son imposibles de arreglar, de disimular. Entonces es cuando te rompes, te rompes en mil pedazos. Pedazos que caen como lágrima, lágrimas que en un día de lluvia, caen en su compás.

Y dime, ¿Cuántos intentos fallidos llevan escritas tus ojeras?

¿Nunca?

¿Nunca has sentido esa impotencia de no poder abrazar a alguien? Sí, eso es, echar de menos sus abrazos. Es una sensación de protección, sientes que si el está ahí, a tu lado, nada malo te va a pasar, es algo como si fuera tú y tu mundo, solo eso, donde mandas tú y nada lo puede cambiar. Que alguien te abrace y poder sentirlo fuerte es una de las sensaciones más bonitas que existen. Poder sentir fuerte ese abrazo, tan fuerte como si te traspasaran energía, felicidad. Pero esa sensación también lleva al imaginar que un día eso se va, y que si se va se lleva tu alegría y tu felicidad, y te quedas tú sola en silencio y en la oscuridad. Te sientes impotente, inevitablemente impotente. Imaginaos que esa sensación es como un móvil; tú lo pones a cargar y se carga, pero conforme pasa el tiempo y lo vas usando, la batería se irá descargando hasta el punto en el que el móvil se apague. La única diferencia es que en la vida no existe el cargador. Cuando esto ocurre solo te queda llorar, llorar en silencio pensando en cómo llegó a pasar, y reconocer que todo lo bueno algún día se terminará acabando.





 ¿Nunca has sentido esa impotencia de pensar que todo lo que dices o haces está mal? Esa sensación de que cada vez que abres la boca la cagas, que todo lo haces mal. Por mucho que intentes hacer las cosas lo mejor posible, hacer las cosas con ilusión, solo consigues que te echen en cara lo mal que lo haces, que no sirves para nada. Hay gente que prefiere quejarse de los demás sin darse cuenta de que ellos mismos también son a veces así, pero es más fácil quejarse que aceptar eso. Hay que aprender a callar a veces, porque puede haber  personas que piensen lo mismo de ti y no dicen nada porque saben que ellos también tienen errores, nadie es perfecto. Pero es mejor quejarse de todo. Solo se consigue crear impotencia y agobio. Al final, de tantas veces  que te digan que haces todo mal, acabaras perdiendo la ilusión por las cosas y es cuando de verdad empezarás a hacerlas mal. Será entonces cuando realmente se quejaran con razón, pero en ese momento, te la sudará tanto que pasaras y seguirás siendo como eres.

domingo, 20 de octubre de 2013

Y es eso que te hace especial.

Es más que quererse, más que ser amigos, más que ser novios. Va más allá de todas esas cosas, es sentir que nacimos destinados a conocernos, y que nuestras vidas empezaron a estar completas en el momento en el que nos conocimos. Es sentir esa conexión especial que solo existe entre nosotros. Es abrazarnos y sentir que todo está bien, que todo está en calma. Es hablar con miradas, mientras el resto se cuestiona que tipo de relación es exactamente esta que tenemos.


 "De eso se trata, de saber que por mucho que busque, no habrá ninguna otra persona que sea capaz de entenderme, así como él lo hace."

Lo peor de marcharte de un sitio, es que cuando pones un pie fuera de éste, pasas a pertenecer a la nada. Nunca vas a pertenecer al sitio al que llegas, y tampoco volverás a pertenecer al sitio del que te marchaste.




martes, 8 de octubre de 2013

Mariposas

Sonrío cada vez que lo recuerdo y creedme que es muy raro,
hay veces que muerdo mi mano para ver si fue soñado
y es que me he imaginado tantas veces contigo
que cuando al fin te tuve enfrente solo pude estar...callado.
Entré con lo justo en la cartera y salí
con el alma llena y eso no lo paga una moneda
ni lo hace cualquiera, di de que manera o forma
conseguiste que por ti rompiese mis normas....
Y el típico chico que fue a la barra del bar
pidió una copa, vio tu cara y quedó "bocas" sin más,
era un manojo de nervios manejados por tu cuerpo,
(gestos lentos.....) poesía en movimiento
y no es un cuento si te "cuento" que mi rostro era un poema,
que el pasado ya es historia, el presente un regalo morena
y del futuro no sé que será pero será a tu lado
yo seré algo tuyo y tu mi eternidad....
(Estribillo)
La ilusión conlleva el miedo y el miedo temor,
pero he guardado mis fantasmas dentro de un cajón,
si el daño es esto moriré de este dolor
que he estado muchos años sin saber que era el amor,
que decir si todo fluye......que te quiero, no?
o que eres un cielo por llevarme hasta las nubes..
yo pienso que hay cosas que decirlas no hace falta
pero lo que siento niña te lo dejo en esta carta..
o en voz alta...hasta dejarme la garganta....que me encantas...
Y paradojas de este mundo: estudias para salvar vidas
y a mi me matas si me miras en segundos
si estamos juntos lo del tiempo es relativo:
si no estás transcurre lento y a tu lado es un suspiro.
Ay el destino...de ti no supe hasta hace poco
pero desde crío, creo, te conozco y vas conmigo...
(Será) que un fino hilo nos unió dándonos cuerda
así que agárrate con fuerza y disfrutemos del camino.
Cariño, no sé qué verás en mi pero no importa
mientras sea el que ocupa la pupa de nuestra pompa,
un niño que trabaja de albañil sobre tu boca y forma
la curva que dibuja tu sonrisa tonta...
Eres mi otra parte, mi "yang",
aquello que encontré cuando me cansé de tanto buscar
y ya del mañana no se que será
pero yo sé que enamorados seremos uno en el más allá....
(Estribillo)
La ilusión conlleva el miedo y el miedo temor,
pero he guardado mis fantasmas dentro de un cajón,
si el daño es esto moriré de este dolor
que he estado muchos años sin saber que era el amor,
que decir si todo fluye......que te quiero, no?
o que eres un cielo por llevarme hasta las nubes..
yo pienso que no hace falta decir estas cosas
pero al verte sentí dentro "mariposas"..en el vientre
Y si mi "siempre" comenzó en el día en que te conocí,
no me haré responsable del ayer pero de hoy si,
de las horas que te debo de cosquillas: más de mil
de esa risa que se agarra a tu costillas de marfil..
de llorar por ser feliz, de viajar hasta en patín
de tocar el arpa con tu espalda...y del desliz
de aquel beso que en tu mejilla se deslizó
para llevarme en tus labios a otro mundo mejor...

(Estribillo)
La ilusión conlleva el miedo y el miedo temor,
pero he guardado mis fantasmas dentro de un cajón,
si el daño es esto moriré de este dolor
que he estado muchos años sin saber que era el amor,
que decir si todo fluye......que te quiero, no?
o que eres un cielo por llevarme hasta las nubes..

sábado, 5 de octubre de 2013

afraid

En el fondo hay cosas que nunca llegarás a decir por miedo. En realidad todos somos un poco cobardes cuando se trata de decir algo que nos importa demasiado. Que las cosas que importan de verdad, son las que se dicen con una mirada, un gesto, una sonrisa. Hasta hay veces que sin tener lo que quieres, te da miedo perderlo. Pero no vale la pena forzar las cosas, todo ocurre cuando menos te lo esperas, como por arte de magia, para bien o para mal, te das cuenta de que nada depende de ti, que también depende de otros, eso hace que la vida sea tan curiosa. Que las cosas no tienen valor por sí solas, serán importantes en la medida que tú les des importancia. Si algo no ha ocurrido, es porque no tiene que ocurrir, o porque el destino te aguarda cosas muchísimos mejores. Que todo ocurre por una razón en esta vida, aunque en ese momento nos cueste creerlo.

Imágenes en movimiento.

Una vez le preguntaron a Lewis Hine, un fotógrafo de guerra, porqué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos, que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras, cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. De fotografías fijas guardadas en la memoria, que nos recuerdan, cada segundo, lo hermoso que es vivir.